La industria musical está muerta. Es más, está enterrada varios metros bajo tierra debido a los malditos fans. Con esta contundencia se ha expresado Gene Simmons, el bajista del grupo KISS, en el transcurso de una entrevista en la que ha aprovechado para anunciar que los componentes de la banda han decido retirarse hasta que los internautas nos volvamos «civilizados».

El cabreo de Simmons se debe, cómo no, a las bajas ventas de sus últimos discos, motivadas por el alto precio de los compactos y la baja o nula calidad de sus canciones. Pero como hemos visto en tantas y tantas ocasiones anteriores, en lugar de buscar las causas reales de su situación, ha optado por recurrir a lo más fácil, esto es, por culpar a las descargas de todos los males del negocio musical.

No es la primera vez que lo hace. En noviembre del año pasado no se le ocurrió nada mejor que afirmar que los chavales que se bajaban música de las redes P2P deberían ser borrados de la faz de la Tierra. Una manera nada usual, todo hay que decirlo, de ganarse el cariño de los fans. Eh, pero no seré yo el que juzgue al tal Simmons. Que haga lo que le dé la gana. Y que no se preocupe, que yo jamás me bajaré una canción suya

El 24 de octubre de 1946, años antes de que el Sputnik inaugurara la era espacial, un grupo de soldados y científicos que se encontraban trabajando en el desierto de Nuevo México en un proyecto revolucionario para la época tuvieron el privilegio de ser los primeros en contemplar una estampa que nadie antes había observado hasta entonces: la imagen de la Tierra vista desde el espacio.

A finales del año pasado, los Ministerios de (in)Cultura e Industria dieron a conocer un borrador que habían elaborado con las nuevas tarifas en concepto de canon que querían imponer sobre todo tipo de soportes electrónicos y, como era de esperar, nos encontramos con unas tasas que habían sido diseñadas de espaldas a los consumidores y con el único fin de satisfacer a nuestros «artistas».

Con las elecciones generales a la vuelta de la esquina, el tema se aparcó unos meses pero ahora, ya con el respaldo de la ciudadanía, el gobierno ha publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el importe extra que deberemos pagar a partir de mañana mismo cada vez que compremos un teléfono móvil, un disco duro, una impresora, un reproductor portátil, una bobina de CDs o DVDs, una memoria USB o un escáner.

Os resumo las tarifas:

• Por cada disco duro, nos cobrarán 12 € de más
• Por cada impresora láser 10 € extras
• Por cada escáner 9€ extras
• Por cada impresora multifunción de tinta 7,95 € extras
• Por cada grabadora de DVD 3,40 € extras
• Por cada reproductor MP3 3,15 € extras
• Por cada teléfono móvil 1,1 € extras
• Por cada grabadora de CD 0,60 € extras
• Por cada DVD-RW 0,60 € extras
• Por cada DVD-R 0,44 € extras
• Por cada memoria USB 0,30 € extras
• Por cada CD-RW 0,22 € extras
• Por cada CD-R 0,17 € extras

¡Eh, y que nadie se me queje, que el dinero va a ir a parar a manos de genios que se merecen eso y mucho más! Hablo, cómo no, de Alejandro Sanz, de David Bisbal, de Ramoncín, de El Canto del Loco y de tantos y tantos «creadores» que luchan incansablemente para hacer de ésta una sociedad mejor, más justa, más igualitaria y en la que no haya víboras ni vividores que se aprovechen del trabajo de la ciudadanía de a pie para vivir a cuerpo de rey sin pegar ni golpe.

El 13 de junio del año 2005 -¡qué lejos queda ya!- escribí un artículo en el que me hice eco de unas declaraciones que había efectuado Richard Huddy, jefe de desarrollo de ATI, comentando que Microsoft contaría con videojuegos técnicamente superiores a los de PS3.

El título que le di a la entrada en cuestión fue ¿Xbox 360 o PlayStation 3? y, para qué engañaros, no tuvo ninguna repercusión. Bueno, siendo más preciso debería decir que no tuvo ninguna repercusión durante un año y medio, hasta que a mediados de diciembre del 2006 Google tuvo a bien posicionar este artículo en un lugar destacado para las búsquedas «xbox 360 o ps3», «play 3», «xbox o ps3», «xbox 360 o playstation 3» y «xbox 360 vs playstation 3».

¿Qué sucedió entonces? Pues que empezaron a entrar miles de HOYGAN a comentar qué consola les gustaba más y a criticar al resto con su habitual y muy particular forma de «expresarse». Y remarco las comillas. Que la entrada hubiera sido escrita más de 1 año antes no les importó lo más mínimo. De hecho, sigue sin importarles ahora, cuando ya han pasado 3 largos años desde entonces.

A pesar de que he borrado decenas y decenas de comentarios por los insultos que contenían o porque directamente eran incomprensibles, el contador ha seguido incrementándose semana a semana. Tanto es así que ayer un tal «cheo» publicó el comentario número 1.000. Y la cifra sigue subiendo. Casi nada

La invasión de HOYGAN que se ha producido en torno a este artículo muestra claramente el enorme poder que tiene Google. No es un caso único en Abadía. Sin ir más lejos, la entrada Los 10 vídeos más vistos de YouTube suma ya 799 comentarios, Windows Vista vs Linux vs Mac OS X Leopard 743, La oscuridad total llega a Digital+ 343, Las mejores películas del 2005 261 o Con Windows Vista no será necesario instalar un antivirus 206.

Son sólo unos cuantos ejemplos que he recopilado en unos minutillos, pero supongo que habrá bastantes más. Si esto pasa en Abadía, no me quiero ni imaginar lo que puede suceder en otros blogs más grandes

Aunque fue lanzado a finales del año pasado, Crysis sigue siendo probablemente el videojuego con mejores gráficos de cuantos hay en el mercado. Eso sí, para poder disfrutar de él es indispensable tener una tarjeta gráfica muy potente, mucha RAM y, cómo no, un microprocesador en condiciones. Vamos, que yo con mi pobre ordenador no tengo nada que hacer

Pero, ¿qué pensaríais si os dijera que se puede jugar al Crysis, al Call of Duty 4, al BioShock, al Quake 4 o al Half-Life 2 desde un humilde Asus EEE PC, el miniportátil de la compañía taiwanesa? ¿Que me he vuelto loco? Pues no, os aseguro que es posible. ¿Cómo? Pues con la ayuda de StreamMyGame, una aplicación que permite echar unas partiditas a un montón de videojuegos de manera remota transfiriendo los datos desde un PC hasta un dispositivo externo, ya sea éste una PS3 o el propio Asus EEE.

El ordenador principal se encarga de procesar la imagen y el sonido y le pasa los datos «mascados» al Asus EEE a través de streaming para que podamos jugar desde el pequeño portátil con una resolución de hasta 1024×600 píxeles, que no está nada mal.

En otras palabras: que sí, podemos jugar a casi cualquier videojuego, independientemente de los requisitos mínimos que demande, con un portátil barato siempre y cuando antes nos hayamos gastado la pasta en un PC de sobremesa de última generación. Es lo que hay

La llegada de Firefox 3 es una mala noticia para el resto de navegadores, tanto por las novedades y mejoras que incluye como, y quizá más importante, por lo mucho que se está hablando de este lanzamiento en todo el mundo.

Pero como lo cortés no quita lo valiente, el equipo de desarrollo de Internet Explorer ha tenido un detallito con Mozilla y les han enviado una tarta felicitándoles por el nuevo advenimiento:

No es la primera vez que lo hacen. Dos años atrás, coinciendiendo con el lanzamiento de Firefox 2, les prepararon otro pastel con idéntico mensaje

Pa chulo chulo, mi pirulo. Una expresión muy simple, me diréis, y tenéis razón, pero es que mucho me temo que es exactamente la que le habrá venido a la cabeza a Nicolas Sarkozy, el populista presidente de la República Francesa, cuando hace escasas horas se ha liado la manta a la cabeza y ha decidido sacar adelante el proyecto de ley que presentó a finales del año pasado para acabar con las descargas de archivos sujetos a derechos de autor desde las redes P2P.

Y lo ha hecho a pesar de que tanto los internautas como los proveedores de acceso a Internet mostraron un rechazo rotundo a tal medida desde el mismo instante en que fue anunciada. Los primeros porque otorga un poder y una capacidad de intervención inaudita a las discográficas y las productoras de cine, que podrán espiar las comunicaciones electrónicas de los ciudadanos, y los segundos porque en unas semanas van a verse obligados a desconectar a un número indeterminado de clientes, con la repercusión económica y, sobre todo, de imagen que ello conlleva.

Eso por no hablar del recadito que le envió el Parlamento Europeo en abril advirtiendo que no se podía dejar sin conexión a nadie por utilizar programas P2P o incluso de los artistas suecos, que no tienen ningún problema en admitir que son los primeros en bajarse canciones de las redes de pares.

Tened por seguro que en unas semanas tendremos a la SGAE, a PROMUSICAE, a Ramoncín, a David Bisbal, a Alejandro Sanz y al resto de «artistas» (y remarco las comillas) solicitando al gobierno que imite la decisión del ínclito Sarkozy, derogue el derecho de copia privada, aumente el canon y desconecte a todos aquellos que se descarguen música o películas con el BitComet, el Azureus, el Pando o el eMule.