
Las primeras semanas de la Nintendo Switch 2 se están viendo marcadas por la escasez de videojuegos creados específicamente para sacar partido de sus características técnicas. Es un mal que afecta inevitablemente a todas las consolas que salen al mercado y que tiene difícil solución.
Consciente de que eso iba a suceder, la compañía japonesa se ha guardado un as en la manga para paliar, siquiera parcialmente, la falta de novedades para la consola. Se trata de las Nintendo Switch 2 Editions que ha preparado para algunos de los juegos más destacados que salieron en la Switch original. Estas versiones tienen resoluciones más elevadas, se ejecutan con mayor fluidez y, en algunos casos, han mejorado visualmente.
Los dos videojuegos más importantes que cuentan con ediciones para la Switch 2 son, cómo no, The Legend of Zelda: Breath of the Wild y The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom. Pero, ¿en qué consisten exactamente las mejoras que incluyen? ¿Vale realmente la pena comprar estas versiones si se poseen los juegos originales para la Switch?
Voy a intentar responder a esas preguntas. Para ello, me voy a basar en el análisis técnico que acaba de publicar Digital Foundry, un canal de YouTube especializado en desmenuzar las características visuales, sonoras y de rendimiento de los videojuegos más actuales. Así pues, vamos allá:
Sin noticias de DLSS
Al igual que en Donkey Kong Bananza, las versiones para la Nintendo Switch 2 de Breath of the Wild y Tears of the Kingdom no sacan partido de la técnica de escalado de imágenes DLSS de Nvidia con la que es compatible esta consola.
En su lugar, Nintendo emplea FSR 1, una tecnología de AMD muy inferior que, a falta de otras opciones, muchas compañías han utilizado en los últimos años en la Switch 1, pero que ofrece unos resultados cuestionables.
El motivo por el que Nintendo no ha implementado DLSS para mejorar la calidad gráfica y el rendimiento de ambos juegos es todo un misterio.
Resolución
El aumento en la resolución de ambos títulos es notable. En la Switch 1, uno y otro se ejecutan a una resolución variable que fluctúa entre 1280x720p y 1600x900p, mientras que en la Switch 2 va de 1440x810p a 2560x1440p. Eso, por lo que respecta al modo TV.
En modo portátil, los juegos originales se muestran a resoluciones que varían desde 1024x576p a 1280x720p. En la Switch 2, en cambio, éstas van de 1152x648p en los peores casos a 1920x1080p.
Texturas
Muchas texturas de baja calidad han sido sustituidas por otras de mayor resolución. Desde la hierba, hasta los ladrillos de los edificios, pasando por las inscripciones presentes en los escudos han sido mejorados.
El diseño de los personajes, en cambio, apenas ha cambiado, aunque sus formas estilizadas gracias al uso de la técnica cel shading hace que sigan teniendo un aspecto visualmente muy atractivo en pantallas 4K.
Ello ha comportado que uno y otro juego ocupen mucho más espacio en memoria que las versiones originales. En la Switch 1, Breath of the Wild tiene un tamaño de 14 GB, mientras que la edición para la Switch 2 llega hasta los 24 GB. En el caso de Tears of the Kingdom, en Switch 1 ocupa 16 GB y en la Switch 2 sube hasta los 20,1 GB.
Sombreado y Oclusión Ambiental
Las mejoras en las sombras que proyectan los objetos presentes en los escenarios son notables. Aún así, renderizar sombras en tiempo real supone una carga para el SoC de la Switch 2, y ello lleva a que en ocasiones reduzca la calidad de las mismas y sea muy perceptible cómo parpadean en la distancia.
La oclusión ambiental, una técnica de sombreado que se utiliza para discernir el tipo de iluminación que se debe aplicar sobre cada punto de una escena, también ha cambiado para bien en la Switch 2.
Por contra, un aspecto negativo es que no se ha modificado la distancia de dibujado entre las versiones para la Switch 1 y la Switch 2. Como consecuencia, se mantiene la distancia máxima a la que son visibles los objetos del mapeado y también el pop-in, que se produce cuando determinados objetos aparecen de repente en pantalla al acercarnos al sitio en el que están.
Rendimiento y Tasas de FPS
Las mejoras en las tasas de refresco en pantalla son especialmente notables en Tears of the Kingdom, debido a que la Switch original sufre para mantener un rendimiento estable cuando hay muchos efectos en pantalla.
En esa consola, el uso de la sincronización vertical en ambos juegos implica que, si estos no pueden renderizar los contenidos en pantalla cada 33 ms y pasan a hacerlo cada 50 ms, la fluidez cae de 30 FPS a sólo 20 FPS, con las consecuentes ralentizaciones que ello comporta.
La mayor potencia de la Switch 2 soluciona esos problemas y permite que el juego fluya a 60 FPS en prácticamente todas las circunstancias. Sólo en casos muy concretos no llega a esa marca, y cuando sucede, es en intervalos muy cortos. Estas mejoras están presentes tanto en modo dock como en portátil.
Conclusión
Las versiones Nintendo Switch 2 Edition de The Legend of Zelda: Breath of the Wild y Tears of the Kingdom son, sin lugar a dudas, la mejor manera de disfrutar de ambos juegos.
El hecho de que presenten ciertas limitaciones técnicas, derivadas en parte por la no implementación de DLSS, no cambian el hecho de que suponen un salto adelante considerable tanto a nivel visual como de rendimiento respecto a los juegos disponibles en la Switch 1.
Como tal, son la mejor manera de disfrutar de estas obras maestras indiscutibles de la industria del entretenimiento. Más cuestionable es si las personas que los jugaron en su día cuando salieron al mercado deberían abonar 10 euros adicionales para actualizarlos a la Switch 2. Eso es algo que sólo ellos pueden decidir.