
Durante cuatro décadas, las pantallas azules de la muerte han sido una constante en todas las versiones de Windows cuando se produce un error crítico y el sistema operativo se cuelga. Aparecieron por primera vez en Windows 1.0, publicado en 1985 y, desde entonces, han estado presentes en todas y cada una de las iteraciones de Windows que ha publicado Microsoft.
Pero tras cuarenta años de presencia ininterrumpida, la multinacional estadounidense ha informado que, en una actualización para Windows 11 que va a distribuir antes de que acabe el verano, va a acabar con esta tristemente célebre pantalla.
Una vez entren en vigor estos cambios, Windows 11 mostrará una pantalla completamente en negro cada vez que se cuelgue en la que informará que el equipo ha tenido un problema y necesita ser reiniciado. Así mismo, en la parte inferior saldrá en pequeño el código de error que se ha producido:

David Weston, vicepresidente de seguridad empresarial y de los sistemas operativos de Microsoft, ha explicado que este cambio se produce para proporcionar un mensaje más claro a sus clientes para que Windows pueda solucionarlo más rápido.
Sea como fuere, lo cierto es que para muchos va a ser raro no ver aparecer la sempiterna pantalla de color azul cuando Windows sufra un error crítico. Nos hacemos mayores, supongo.