¿Quién dijo que Twitter no tenía modelo de negocio?

Desde el momento mismo de su estreno, allá por el mes de julio del 2006, Twitter ha sido considerado de forma prácticamente unánime como un servicio rompedor, de extrema utilidad para millones de personas en todo el mundo, que casa a la perfección con los dispositivos móviles y que posee unas posibilidades de crecimiento brutales.

Por una vez, y sin que sirva de precedente, las predicciones que muchos supuestos expertos en esto de las nuevas tecnologías realizaron en su día se han acabado cumpliendo: en el 2008 Twitter se había convertido ya en una de las 5.000 páginas más visitadas de Internet; a mediados del 2009 se encontraba entre las 50 primeras; ahora mismo se ha colado en el Top 10. No hace falta ser adivino para prever que cuando acabe el 2011 estará aún más arriba.

Pero si bien es cierto que la mayoría de la gente coincidía en su potencial para convertirse en un fenómeno de masas, muchas dudas se cernían en torno a si la empresa californiana hallaría la manera de transformar ese gigantesco tráfico en dinero. Quienes apostaron a que no lo conseguirían -un servidor, por ejemplo- erraron.

La lucha sin cuartel por hacer de éste un negocio rentable dio inicio a mediados del 2009, cuando cerraron unos acuerdos de colaboración con Google y Bing valorados en unos 25 millones de dólares en virtud de los cuales permitieron a ambos portales mostrar en sus resultados de búsqueda los últimos tweets escritos.

Más recientemente han comenzado a ofrecer a grandes empresas la posibilidad de promover sus cuentas y productos y han conseguido atraer a firmas del calibre de Coca Cola, Dell, American Express, Nissan, HP o Starbucks. Entre una cosa y otra, en el 2010 Twitter ha ingresado unos 45 millones de dólares. Pero es que para el 2011 se estima que esa cifra se disparará hasta los 150 millones de dólares, y en el 2012 eMarketer cree que llegará a los 250 millones de dólares.

Cifras todas ellas muy alejadas de lo que ganan en concepto de publicidad Facebook y no digamos ya Google pero que, si se demuestran ciertas, permitirán al servicio de microblogging tener una entrada de capital superior a la de MySpace.

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