Microsoft lleva trabajando desde 2019 en un chip diseñado específicamente para aplicaciones que hagan uso de la inteligencia artificial. Conocido internamente con el nombre en clave Athena, las primeras unidades ya están en las manos de algunos empleados de OpenAI y de la propia multinacional estadounidense.
Estos prototipos han sido fabricados con el nodo de 5 nanómetros de TSMC y el objetivo es que acaben formando parte de las estaciones de trabajo que se emplean en modelos de lenguaje como GPT-4, que está detrás de ChatGPT o Bing Chat. Según informa el medio The Information, Microsoft no descarta ofrecer la primera generación de estos chips a otras compañías a principios del año que viene.
Una de las grandes beneficiadas de la irrupción de la inteligencia artificial está siendo Nvidia, ya que sus tarjetas gráficas H100 se han convertido en el estándar por defecto para la implementación de modelos de lenguaje debido a la gran capacidad de computación que poseen.
Cada una de estas tarjetas se vende, en función de la cantidad de RAM que incluyan, por precios que pueden llegar a superar 40.000 euros, y son necesarias decenas de miles de unidades para entrenar a estos programas basados en la inteligencia artificial.
Si Microsoft consigue que Athena sea competitivo con los chips de la competencia, Microsoft se podría ahorrar sumas de dinero muy significativas, además de que tendría la opción de comercializarlos y conseguir una nueva fuente de ingresos en un sector que está experimentando un crecimiento explosivo.