Eugenio Beaufrand, vicepresidente de Microsoft para América Latina, ha realizado unas curiosas declaraciones a la agencia EFE en las que ha afirmado que el uso del software libre es «perjudicial para el desarrollo económico de la región», puesto que podría acabar incrementando los costes relacionados con las nuevas tecnologías de los gobiernos latinoamericanos.
Para justicar esta postura ha señalado que su compañía va a invertir este ejercicio casi 7.000 millones de dólares en I+D, lo que conlleva una rebaja año a año en los costos de administración de los sistemas que hacen uso de sus productos. Por contra, y siempre según su particular punto de vista, aquellos que utilizan software libre «tienen algunas cosas, tienen que integrar otras y tienen miles de productos que vienen por separado».
En base a un estudio elaborado por International Data Corporation (IDC), Beaufrand ha señalado que por cada dólar que Microsoft gana con las ventas de sus programas en Latinoamérica, las economías locales generan 12 dólares adicionales.
Asimismo, ha mostrado su preocupación ante el apoyo que diversos países -sobretodo Brasil- empiezan a darle a los programas de código abierto en detrimento del software propietario, puesto que en su opinión, «crear esquemas que dan preferencia a un sistema contra otro, más que crear opciones y competitividad, tanto para el Gobierno como para los entes privados, lo que hace es limitar las opciones».
En este sentido cabe recordar que el Ejecutivo brasileño, a través del programa «PC Conectado», está financiando la compra de PCs de bajo coste equipados con software libre a las clases más desfavorecidas del país. Dicha circunstancia ha motivado que Microsoft haya lanzado en Brasil una versión simplificada de su sistema operativo Windows con la intención de hacerlo más asequible a la mayoría de la población.
Estas declaraciones llegan en el transcurso del «Foro Microsoft para las Américas de Líderes Gubernamentales» que se está celebrando esta semana, y en el que participan más de 100 líderes de la región, entre los que se encuentran los vicepresidentes de Argentina, Colombia y Uruguay.