De un tiempo a esta parte se está convirtiendo en un ejercicio cada vez más complicado el encontrar una semana en la que Microsoft no reciba palos de alguna compañía relacionada con las nuevas tecnologías debido a las pobres características, alto precio, limitada funcionalidad o falta de seguridad de Windows Vista.
El último en sumarse a esta especie de linchamiento colectivo ha sido Gianfranco Lanci, presidente de Acer, que ha efectuado unas declaraciones al Financial Times en las que se ha despachado a gusto con el nuevo sistema operativo de Microsoft.
En su opinión, los fabricantes de PCs están decepcionados con Vista ya que su salida no ha contribuido a incrementar sustancialmente las ventas de ordenadores como sí hicieron en el pasado Windows 95, 98 o XP, por poner sólo unos ejemplos. Además, y a diferencia de lo que se pregona desde las oficinas de Redmond, Lanci no cree que las cosas vayan a mejorar en la segunda mitad del año.
Para acabar de rematar la jugada, el máximo responsable de Acer ha dejado claro que no considera, y cito textualmente, que nadie se haya comprado un nuevo ordenador para poder instalar Windows Vista. Y es que, desde su punto de vista, este sistema operativo fue lanzado de manera precipitada sin que antes se acabaran de pulir los errores de funcionamiento que poco a poco han ido saliendo a la luz.