La semana pasada, Sony mostró en la feria «Faintekku Japan» que se celebró en Tokio las pantallas OLED más finas del mundo. Los prototipos en cuestión medían apenas 0,3 mm de grosor, tenían una superficie visible de 11 pulgadas y podían trabajar con resoluciones de hasta 960 x 540 píxeles. ¿Un avance de lo que veremos en un futuro lejano?
Bueno, pues quizá no tan lejano como esperábamos. De hecho, Samsung ha anunciado que el año que viene comenzará a vender paneles OLED para monitores, ordenadores portátiles y televisores. Se entiende, por tanto, que para entonces la empresa coreana confía que será capaz de ensamblar estas pantallas con unos costes de producción aceptables.
No será éste el único inconveniente que deba resolver Samsung antes de lanzarse a la comercialización a gran escala de pantallas OLED, ya que otro de los problemas que plantea esta tecnología es su elevado consumo de energía, superior al que presentan los LCDs.
¿Conseguirán poner en circulación un producto de calidad a un precio asequible? Bueno, el año que viene lo veremos. En todo caso, es evidente que Samsung ha apostado decididamente por esta tecnología, ya que para el 2009 tienen previsto producir 3 millones de paneles OLED y 6 millones más de cara al 2010.
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