Perder el acceso a los programas, documentos, fotografías o vídeos que tenemos guardados en nuestros dispositivos de almacenamiento por un virus, un funcionamiento incorrecto del hardware o, simplemente, un error humano, puede trastocar nuestros planes y convertirse en un dolor de cabeza tanto a nivel personal como profesional. Afortunadamente, hoy en día existen diversos métodos que nos permiten recuperar datos del disco duro y que nos pueden sacar de una situación complicada.
En términos generales, si nos encontramos en un escenario como el recién mencionado y necesitamos localizar información que se nos haya borrado, tenemos a nuestra disposición dos alternativas claramente diferenciadas.
Primer Método: Descargar un programa como 4DDiG
La primera y más recomendable es descargar e instalar un programa para recuperar los datos del disco duro. El que yo utilizo es Tenorshare 4DDiG, que en su última versión permite encontrar más de 1.000 tipos de archivos diferentes en los sistemas de ficheros más populares, tales como NTFS, FAT, APFS, HFS+ o HFS X.
Una de sus ventajas principales es que se puede usar en discos duros, particiones, lápices de memoria USB, tarjetas SD, unidades formateadas, ordenadores que no funcionen correctamente y, por supuesto, para recuperar la información que hayamos podido borrar por error.
Por si eso fuera poco, también da la opción de recuperar datos de un disco duro externo. En mi experiencia, la tasa de recuperación de archivos es muy alta, no los sobrescribe y, además, conserva tanto sus formatos como sus respectivos tamaños originales.
Dicho esto, voy a explicaros paso por paso cómo utilizar 4DDiG Data Recovery. Es muy sencillo, ya veréis. Una vez abrimos el programa, nos encontramos con que nos muestra las unidades de almacenamiento que tenemos conectadas a nuestro ordenador, sean éstas discos duros internos, externos o de cualquier otro tipo. Lo único que debemos hacer es seleccionar la ubicación en la que queremos recuperar la información perdida:
Al hacerlo, 4DDiG empieza a escanear la unidad en cuestión y a buscar todos los archivos que contiene, incluidos los que hemos perdido. El tiempo que tarda en completar este paso depende del tamaño que tenga el disco. Cuando termina, aparece una nueva pantalla que contiene todos los ficheros que ha localizado.
Este software nos ofrece la posibilidad de visualizarlos en una vista de árbol, como es habitual en los exploradores de archivos tradicionales, pero también ordenados por tipo. Si seleccionamos esta última opción, los agrupa en función de si son fotos, vídeos, documentos, audio o correos electrónicos:
Llegados a este punto, tan solo debemos escoger los ficheros que queremos recuperar de entre todos los que aparecen listados, y elegir la ubicación donde deseamos que los guarde. Tan sencillo como eso:
Para quienes así lo prefieran, os dejo el siguiente vídeo en el que se detalla cómo utilizar este programa:
Segundo Método: Línea de Comandos
Además de los programas con interfaces de usuario gráficas como el recién mencionado 4DDiG, también tenemos la posibilidad de utilizar un intérprete de comandos como el símbolo del sistema de Windows o el terminal de macOS. Eso sí, esta opción es sólo recomendable para aventureros o personas que poseen amplios conocimientos informáticos.
Y es que, la línea de comandos es un intérprete que traduce las instrucciones que escribimos y se las comunica a la computadora. Los comandos que enviamos deben tener una sintaxis muy determinada y ser introducidos en un orden y un formato establecidos.
Es una opción a tener en cuenta únicamente si se sabe lo que se hace. En caso contrario, es altamente recomendable no jugársela, porque introducir un comando equivocado puede acabar provocando que, en lugar de solucionar los problemas que tengamos, acabemos causando nuevos y más graves si cabe.
Conclusiones
Encontrarnos un día con que hemos perdido ficheros importantes no es una experiencia agradable. Pero, si bien eso es incuestionable, no lo es menos que nunca como hasta ahora habíamos tenido tantas y tan potentes opciones para recuperar archivos del disco duro.
En mi humilde opinión, la alternativa más recomendable para el 99% de las personas es un programa específico como 4DDiG Data Recovery. No sólo es muy potente y fiable, sino que también es muy fácil de utilizar. Su interfaz de usuario es clara y, en apenas tres pasos, nos permite recobrar los datos que hayamos podido perder.
En caso de queráis probarlo, podéis seguir los enlaces que he incluido a lo largo del artículo. Espero que esta guía os haya sido de utilidad.
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