La NASA y Google han llegado a un acuerdo por el que se comprometen a colaborar en diversos proyectos relacionados con las nuevas tecnologías, entre los que destacan la gestión y el procesamiento de ingentes cantidades de datos, la nanotecnología o la computación distribuida masiva.
Uno de los puntos del acuerdo comporta la cesión por parte de la NASA de 9,2 hectáreas situadas en Moffett Field (Silicon Valley) a Google para que el gigante de Internet construya su propio campus tecnológico.
Eric Schmidt, presidente ejecutivo de Google, se ha congratulado por el pacto alcanzado y ha explicado que ambas entidades tienen un «deseo común: traer un universo de información a la gente de todo el mundo». Para explicar tan magna afirmación, Schmidt ha puesto como ejemplo las ventajas que tendría «disponer de una amplia selección de imágenes de la misión Apollo al alcance de tus dedos en cualquier momento».
Por su parte, G. Scott Hubbard, director del NASA Ames Center, ha explicado que «la colaboración conjunta con Google presenta un enorme potencial de beneficios para el programa espacial», por lo que el gran beneficiado de los esfuerzos conjuntos de ambas organizaciones «será el pueblo americano».