Si alguien pensaba que las empresas tecnológicas no se iban a ver afectadas por la crisis financiera y económica global, andaba muy equivocado. Baste con señalar que la semana pasada AT&T, la operadora de telefonía más importante del mundo por capitalización bursátil, anunció que en los próximos meses va a despedir a 12.000 personas para tratar de cuadrar los números.
Parecido camino ha seguido Sony, que ayer mismo confirmó que va a reducir su plantilla en 8.000 trabajadores debido a la bajada en las ventas de sus productos y a la fortaleza del Yen, que está perjudicando a las exportaciones fuera del territorio japonés.
La protagonista negativa de hoy es Yahoo, que tras un largo periodo de rumores ha tomado la determinación de echar a la calle antes de que acabe el año a aproximadamente 1.500 asalariados, un 10% de su plantilla, para frenar el capítulo de gastos en un momento en que los ingresos publicitarios se están viendo comprometidos.
Este número de despidos, inferior al que se había apuntado en octubre, podría crecer en unas 500 personas más en caso de que las cosas no mejoren y la salud financiera del portal de Internet siga empeorando. A tenor de la situación económica que estamos padeciendo, mucho me temo que no tendremos que esperar demasiado para ver a más compañías del sector anunciar medidas parecidas para tratar de sobrevivir.
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