Y luego se preguntan por qué la gente se baja películas de Internet

Las productoras de cine, las discográficas y los fabricantes de videojuegos llevan años quejándose amargamente del daño que les causan las descargas de Internet, de las pérdidas millonarias que les acarrean, de los puestos de trabajo que supuestamente se pierden por el camino y de la cultura del gratis total que impera en la Red.

De lo que no hablan es de las ridículas protecciones antipiratería que colocan en sus DVDs y que perjudican, precisamente, a quienes compran sus productos. Sin ir más lejos, en Menéame cuentan que el DRM incluido en la versión de Assassin’s Creed para PC impide jugarlo si estás desconectado de Internet. Es más, si durante una partida pierdes la conexión el juego se detiene, te envía a la pantalla de inicio y pierdes todos los progresos que hayas hecho.

Ejemplos los hay a patadas. El más habitual, y quizá por ello también el más frustrante, es el de las películas en DVD. Si vas a cualquier página de enlaces, puedes bajar la que más te llame la atención, grabarla y verla en la TV sin mayores problemas. En cambio, si optas por comprarla, una vez la introduces en el reproductor de DVD debes tragarte avisos antipiratería, tráilers promocionales, más avisos antipiratería, más tráilers… es frustrante.

Esta imagen, que he retocado a partir de una que he encontrado en Digg, resume lo que os acabo de explicar:

¿Qué os parece a vosotros? ¿Cómo veis este tema?

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