A estas alturas de la película Microsoft no tiene manera de ocultar lo evidente: Windows Vista ha sido un fracaso. Sí, se están vendiendo millones de licencias, pero debido básicamente a que es el sistema operativo que viene instalado por defecto en la mayor parte de los ordenadores que venden los grandes fabricantes, pero tanto una parte significativa de los usuarios particulares como, sobre todo, las empresas, han dado la espalda a este sistema operativo en favor de su vetusto predecesor, Windows XP.
Fruto de esta situación, la compañía norteamericana se está viendo obligada a alargar paulatinamente el periodo de vida útil de XP más allá de lo que le hubiera gustado. Al principio se dijo que era sólo un guiño que se hacía a gigantes como Dell o HP; más tarde argumentaron que no podían dejar escapar la oportunidad que se les presentaba con los netbooks, incapaces de ejecutar en la mayoría de casos Vista.
Sea por una cosa o por otra, un sistema operativo que Microsoft quería jubilar hace tiempo está hoy maÅ› vivo que nunca. Lleva en el mercado desde octubre del 2001 y a este paso se va a seguir vendiendo durante varios años maÅ›. Sin ir más lejos, un portavoz de la firma anunció ayer que van a permitir a los pequeños fabricantes seguir vendiendo licencias de XP en los ordenadores que comercializan hasta el 30 de mayo. Como mínimo, claro. Una vez se aproxime en el tiempo ese día, supongo que volverán a alargar el plazo.