Se cumplen 54 años de la invención de los viajes en el tiempo

La efeméride ha pasado inexplicablemente desapercibida en la comunidad científica y tecnológica, pero ayer se cumplieron 54 años desde que el doctor Emmett Lathrop Brown inventó los viajes en el tiempo. La genial idea surgió el 5 de noviembre de 1955 cuando se golpeó la cabeza mientras trataba de colgar un reloj de pared en el baño. Al recuperar la consciencia, la imagen del condensador de fluzo apareció como una visión en su mente.

Condensador de fluzo

En su interior no albergaba la menor duda de que el esbozo que había contemplado sólo por un instante era perfecto. No había posibilidad de error. Pero existían varios problemas que dificultaban convertir en realidad su sueño. De entrada, el dispositivo precisaba de la increíble cantidad de 1,21 GW de electricidad para funcionar. ¿Y de dónde demonios iba a sacar tal cantidad de energía? Además, para que la máquina permitiera los viajes en el tiempo debía estar desplazándose a una velocidad de 140 Km/h.

Fueron necesarios 30 años de incansable trabajo, pero finalmente Emmet ‘Doc’ Brown resolvió cuantos inconvenientes surgieron. La energía la obtuvo de unas barras de plutonio que robó a unos terroristas libios, mientras que la segunda cuestión la solventó colocando el condensador de fluzo en un inmaculado Delorean DMC-12. ¿Por qué en ese coche y no en otro? Bueno, ya que estaba construyendo una máquina del tiempo, ¿por qué no hacerlo con clase?

Delorean

Las 2 primeras pruebas las llevó a cabo con su perro Einstein, a quien hizo viajar en el tiempo exactamente 1 minuto. Ambos experimentos fueron un éxito. El tercero iba a efectuarlo él, pero un problemilla de última hora hizo que lo sustituyera un capullo que al final, y de manera injusta, se llevó la gloria. En fin, que no me voy a enrollar más. El final de la historia seguro que ya lo conocéis sonrisa

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