Pues como imagino que muchos ya habréis adivinado, se trata de una PlayStation 3. La pobre ha acabado completamente chamuscada a causa de un incendio que se ha producido en la casa de un lector del blog de videojuegos Kotaku.
Funcionar es evidente que no volverá a hacerlo, pero aparentemente ha quedado en ‘mejor’ estado que la PS3 que un energúmeno con pocas luces y muchas ansias de gloria tostó el año pasado en su microondas: