Hace años que muchas voces dentro de la industria del videojuego se muestran pesimistas respecto al futuro del PC como plataforma de entretenimiento por la enorme competencia que suponen las consolas, smartphones y ahora incluso los tablets y por la extendidísima piratería que lastra las ventas de los títulos (no demasiados y a veces simples ports, todo hay que decirlo) que salen al mercado.
Sin faltarles razón, lo cierto es que en estos tiempos según algunos tan poco propicios para hacer negocios con los videojuegos para PC, una compañía ha sabido sobreponerse a las adversidades y atraer a millones de aficionados creando una plataforma magnífica que, salvando las diferencias, podría considerarse como el equivalente de la App Store para los ordenadores: me refiero, cómo no, a Valve y su software Steam.
Se trata, como imagino que la mayoría sabréis de sobras, de un servicio de distribución digital de contenidos en el que se pueden descargar todo tipo de videojuegos, desde grandes producciones hasta pequeñas obras diseñadas por desarrolladores independientes, que ofrece opciones multijugador, actualizaciones automáticas no sólo para los juegos sino también para los drivers de las tarjetas gráficas que tenemos instaladas y en el que, además, se pueden encontrar ofertas realmente jugosas con descuentos que en ocasiones superan el 90% sobre los precios originales.
Pero tras triunfar a lo grande en el mercado del PC, una noticia bomba ha sacudido el panorama tecnológico en las últimas horas: Valve va a lanzar su propia consola y a competir cara a cara con Nintendo, Microsoft y Sony por la supremacía en los salones de nuestras casas.
La propuesta en la que está trabajando la compañía estadounidense difiere, eso sí, de las que han venido utilizando hasta la fecha los que van a ser sus competidores y se asemeja en cambio mucho más a la filosofía que ha aplicado en Steam durante los últimos años. De hecho, la intención de Valve es la de diseñar la consola pero llegar a acuerdos con terceras terceras empresas para que la fabriquen y la distribuyan. De la misma manera, va a permitir que los desarrolladores puedan acceder al software.
De acuerdo a la filtración que se ha producido, durante la última edición del Consumer Electronics Show (CES) celebrado en Las Vegas en enero mostraron una versión preliminar de la consola a socios potenciales. Las características básicas de esta ‘Steam Box’, como ya se la denomina, son un procesador Core i7, 8 GB de RAM y una tarjeta gráfica Nvidia y, según parece, sería capaz de ejecutar cualquier videojuego para PC, incluso los de servicios rivales como el Origin de Electronic Arts.
Como podéis ver, la idea es trasladar la filosofía PC al televisor ofreciendo a las productoras una plataforma con un hardware cerrado, un precio asequible y con un ciclo de vida de al menos 3 ó 4 años, lo que en teoría les permitirá rentabilizar las inversiones realizadas en la creación de sus videojuegos. Eso, claro está, si se consigue una base de usuarios lo suficientemente amplia.
Se especula con que la Steam Box podría ser anunciada en la Game Developers Conference (GDC) que se va a celebrar esta semana en San Francisco o bien en la próxima edición de la Electronic Entertainment Expo (E3) que tendrá lugar del 7 al 9 de junio en el Centro de Convenciones de Los Ángeles, pero no hay nada confirmado. Estaremos atentos a ver qué sucede finalmente.