Nace Musopen, un proyecto para poner fin al negocio de las discográficas con la música clásica

A diferencia de lo que sucede con la música de los artistas actuales, las obras de autores clásicos como Bach, Beethoven, Vivaldi, Mozart o Pachelbel no están sujetas a derechos de autor. Ninguna discográfica o sociedad gestora como la SGAE puede evitar que una banda toque cualesquiera de las grandes sinfonías que compusieron allá donde le plazca pero en cambio, llegado el caso, sí que podrían interponer demandas judiciales contra todos aquellos locales que reproducen sin su autorización los conciertos de las grandes filarmónicas interpretando las melodías reseñadas.

Aunque pueda parecer contradictorio, tiene todo el sentido del mundo. Me explico: aunque no son los propietarios de estas composiciones, sí que tienen los derechos de explotación sobre las incontables grabaciones que han realizado a grandes orquestas intepretando dichas obras.

No pueden evitar que una banda, profesional o no, toque una sonata de Chopin por su cuenta pero sí tienen la potestad de impedir que escuchemos los conciertos que en su día montaron y pagaron o que terceras partes los utilicen como música ambiental en restaurantes o peluquerías sin su consentimiento.

Para poner fin a esta situación, para que cualquiera pueda descargarse, escuchar y compartir las grandes sinfonías de los compositores clásicos, ha nacido Musopen, un proyecto en el que todos podemos colaborar con una pequeña aportación económica y que pretende recaudar el dinero suficiente para contratar los servicios de una orquesta de renombre que interprete las obras de dichos autores y liberarlas acto seguido al dominio público.

De entrada, la idea era grabar y subir a Internet las sinfonías completas de Beethoven, Brahms, Sibelius y Tchaikovsky. Para ello se necesitaban 11.000 dólares, una cifra que muchos podían pensar que difícilmente se conseguiría. Yo el primero. La realidad, en cambio, ha sido muy distinta: y es que en el momento en que escribo este artículo se llevan recaudados 52.316 dólares. Una cantidad que multiplica por 5 las expectativas iniciales y que va a permitir liberar las obras de más artistas. Las discográficas deben estar contentas sonrisa

Nace Musopen, un proyecto que quiere acabar con el negocio de las discográficas en torno a la música clásica

Dicho esto, qué mejor manera de cerrar este artículo que con una pequeña muestra de la música que Musopen va a poner en el dominio público. Para la ocasión, he escogido la Sinfonía n.º 7 en La mayor (Op. 92) de Ludwig van Beethoven…

… y el Air on the G String de Bach:

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