Microsoft e IBM han llegado a un acuerdo amistoso por el cual la compañía de Bill Gates pagará 850 millones de dólares al gigante azul y pondrá fin de esta manera a un contencioso que mantenían desde hacía una década, cuando IBM demandó a la empresa de Seattle tras considerar que ésta le estaba forzando a instalar su software en los ordenadores que fabricaba.
Brad Smith, vicepresidente de Microsoft, ha manifestado que «con este acuerdo, tanto nosotros como IBM podemos mirar hacia adelante y tratar de llevar los mejores productos y servicios a nuestros clientes». En su opinión, «durante los últimos años nos hemos concentrado en resolver nuestras disputas con otras compañías, y el anuncio de hoy es un paso hacia adelante para conseguir nuestro propósito».
Por su parte, Ed Lineen, vicepresidente de IBM, ha emitido un comunicado en el que se «congratula por haber resuelto amigablemente los problemas» que tenían con Microsoft.
En los últimos años, Microsoft se ha visto obligada a abonar más de 3.000 millones de dólares a compañías rivales como Sun Microsystems, America Online y Gateway que en el pasado también habían acusado a la empresa de Seattle de ejercer prácticas monopolísticas.