Las discográficas demandan a 1800 usuarios de programas P2P

La industria discográfica internacional ha presentado acciones judiciales contra 1.800 usuarios de programas P2P en países como Austria, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Islandia, Italia, Portugal, Suecia, Suiza y Hong Kong.

Las demandas van dirigidas especialmente contra los llamados ‘grandes uploaders’, es decir, aquellas personas que comparten una ingente cantidad de archivos con copyright.

Una vez más, la IFPI ha vuelto a poner en marcha su discurso machacón y trillado en el que aseguran que la batalla legal que iniciaron hace casi 2 años contra los usuarios de redes P2P ha tenido como consecuencia un descenso en el tráfico asociado a programas como eMule, BitTorrent o KaZaA.

Este discurso se contrapone con el que han venido apuntando diversas compañías de análisis web, quienes no dudan en afirmar que el intercambio de ficheros en las redes de pares no para de crecer hasta el punto de que se ha llegado a un punto en el que es el responsable de la mayor parte del tráfico de Internet.

Si os fijáis bien en la lista de países de la lista observaréis que no está España. Ello es debido, mal que pese a los representantes de determinadas sociedades de gestión de los derechos de autor, a que legislación vigente en este país establece que la descarga de canciones o películas no constituye ningún delito siempre y cuando se lleve a cabo dentro del ámbito personal y no haya ánimo de lucro.

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