¿La solución al DRM? Un DRM de código abierto

Con la que ha caído en los últimos tiempos, sinceramente creía que las discográficas, los estudios de Hollywood y las empresas que se dedican a comercializar sus contenidos en formato digital, con Microsoft a la cabeza, habían comprendido que el DRM no tenía ningún futuro. Craso error.

Por más palos que reciban, por más veces que los usuarios dejen muy clarito que no quieren padecer restricción alguna cuando compran una canción o una película, los hay que no se enteran. Es el caso de Marlin, una empresa que ha salido esta semana a la palestra para anunciar que ha encontrado la solución definitiva para el DRM: ¡un DRM de código libre! (?!?!?!)

Así es. Talal Shamoon, presidente de esta compañía, ha manifestado que han creado un sistema basado en software libre que permite «proteger y compartir» los contenidos en nuestra casa siempre y cuando lo hagamos entre productos que tengan instalado su sistema de DRM. Al parecer faltó a clase el día que explicaron que la gente no odia esta tecnología porque sea cerrada, sino porque limita el uso que podemos darle a los contenidos que adquirimos.

Es más, este individuo asegura que conoce por qué el DRM ha sido un fracaso hasta ahora: «Porque se ha implementado mal. Si se hubiera hecho invisible a ojos de los consumidores, estos lo habrían utilizado» (sin saberlo, añado yo). O sea, que su filosofía está más clara que el agua.

El modelo de negocio que propone Marlin es muy similar al de cualquier otro DRM que se haya planteado hasta la fecha: un sistema de licencias que otorgan la posibilidad a quienes las adquieren de reproducir una serie de contenidos durante un tiempo determinado. Pasado ese periodo, es necesario volver a pagar si se quieren seguir escuchando las canciones o viendo las películas y series compradas.

Con unas declaraciones tan surrealistas se podría pensar que estamos ante un personaje singular que no llegará a ninguna parte. Pues… por lo pronto Shamoon ha hecho público que ha cerrado acuerdos con Sony y Samsung para que estas compañías incluyan la tecnología de Marlin en algunos de los equipos que comercialicen próximamente.

Lo mío no es la futurología, pero me da a mí que Marlin, Sony, Samsung y el resto de empresas que implementen esta tecnología en sus equipos se van a pegar un batacazo de proporciones considerables. No será el primero. Ni el último como sigan tratando de cohartar los derechos de los consumidores con absurdas restricciones.

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