La piratería musical ya existía en 1897

La lucha de las discográficas por mantener su negocio a salvo de invitados no deseados no es un fenómeno nuevo. Es más, viene de muy lejos. Prueba de ello es este artículo que se publicó en el New York Times el 13 de junio de 1897 en el que se relataban los esfuerzos de la industria musical de aquél entonces por atajar la venta ilícita de canciones que tenían registradas:

Os he traducido, a mi manera, una parte del artículo:

«Piratas canadienses» es como los representantes de la industria musical denominan a las editoriales que están inundando esta nación, señalan, con ediciones falsas de las últimas canciones populares sujetas a derechos de autor. Utilizan el correo para llegar a los compradores, y los miembros de la American Music Publishers’ Association afirman que como consecuencia de ello el negocio de la publicación legítima de música en Estados Unidos ha caído un 50 por ciento en los últimos doce meses.

Sus indagaciones han revelado que la totalidad de las piezas más populares han sido pirateadas, a pesar del hecho de que tienen derechos de autor, y están siendo vendidas por editores desconocidos a un precio de entre 2 y 5 céntimos por copia, mientras que las composiciones originales se venden a entre 20 y 40 céntimos por copia.

Los editores legítimos estiman que se grabaron y vendieron 5.000.000 de copias en el mes de mayo. T. B. Harms, un editor musical, nos dijo ayer que la American Music Publishers Association celebró la semana pasada una conferencia que duró 3 días, y un comité ha sido designado para combatir la piratería. Dicho comité está compuesto por Isidore Witmark, T. B. Harms y H. W. Gray.

Visto en The Long War: Music Piracy in 1897 (NYTimes).

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