Esta semana se ha celebrado en Barcelona un seminario de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) que ha estado centrado en la protección de los medios de radiodifusión. «Menudo tostón» estaréis pensando. Pues sí, para qué lo voy a negar.
De hecho, era un encuentro que estaba condenado a pasar totalmente desapercibido debido a su temática y a la escasa capacidad comunicativa de la mayor parte de los ponentes. Pero al parecer eso mismo han pensado los organizadores, que han decidido tirar por la calle de enmedio y conseguir como fuera la atención pública. Y qué mejor manera de lograrlo que empezar a decir estupideces.
Dicho y hecho. La OMPI ha aprovechado la presencia de los pocos medios de comunicación que se han dignado a presentarse en el seminario para proponer la ilegalización de los programas P2P a partir del mes de septiembre. ¡Claro que sí!
¿El motivo? Eso es lo de menos, puesto que al fin y al cabo lo que buscaban era ser el centro de atención de la opinión pública, y eso ya estaba conseguido. Pero como tampoco era cuestión de quedar en evidencia, han aprovechado la polémica que se ha generado últimamente en relación con la distribución de las señales de radio y televisión a través de Internet para argumentar su postura. En cristiano: que hay programas de pares que se conectan a la señal que emiten diversas cadenas chinas y permiten seguir de manera totalmente gratuita el Mundial de Alemania.
Y como hay aplicaciones P2P con las que se puede ver el Mundial, pues acabamos con el P2P. Si es que sus argumentos son de una lógica aplastante