Los ultraortodoxos que no estén satisfechos con los resultados de búsqueda que les ofrece Google, al considerar que enlazan a contenidos que no se adecúan a sus preceptos religiosos, ya tienen un nuevo sitio en la red al que acudir para encontrar lo que necesitan: Koogle.
Este portal, cuyo nombre proviene de la unión entre las palabras «Google» y «Kósher» -la parte de los preceptos de la religión judía que establece lo que los practicantes pueden y no ingerir- cumple estrictamente con las recomendaciones establecidas por los rabinos y filtra los resultados para impedir que aparezcan, especialmente, páginas con temáticas sexuales.
No son las únicas que están vetadas. Los enlaces hacia medios y tiendas online israelíes también obvian artículos prohibidos como por ejemplo los aparatos de televisión, que son considerados como una fuente de perversión.
Si nos ponemos quisquillosos, el nacimiento de Koogle es en sí mismo una incongruencia, ya que los jaredíes también rechazan Internet. El motivo hay que buscarlo en la gran diversidad de sitios que alberga la Red, muchos de los cuales no comulgan con sus estrictas creencias.
Pero han sido los propios rabinos quienes han impulsado su creación, ya que quieren evitar que sus seguidores se queden al margen de Internet y de sus ventajas, tanto a nivel de información como de temas sanitarios. Eso sí, han establecido que el sábado no se podrá actualizar Koogle