Karoo, el ISP soñado por la SGAE y la ministra Sinde

Imaginad por un momento que vivís en una pequeña y lluviosa ciudad en la que sólo existe una compañía que ofrece acceso a Internet. Vayamos más allá: pongamos ahora que ese operador establece, de un día para otro, que todo aquél que descargue una canción, película o programa comercial de una red P2P será desconectado ipso-facto, sin mediar aviso previo alguno y sin que sea necesaria una resolución judicial al respecto.

Es el sueño húmedo de toda SGAE que se precie. El idílico paraíso soñado por la flamante ministra de (in)cultura González-Sinde, Ramoncín, Teddy Bautista, discográficas y estudios de cine. Afortunadamente, ese municipio no existe, ¿o sí? Pues por desgracia, el caso que os acabo de exponer es completamente verídico.

Ha pasado en la localidad de Hull, después que el pequeño ISP Karoo modificara la semana pasada las condiciones de uso de sus servicios y estableciera que desconectaría a todo aquél que osara bajarse contenidos impropios.

Las asociaciones de autor británicas llevan años presionando a las telecos para que endurezcan sus políticas contra los usuarios que se descargan canciones y películas. En los últimos meses, y gracias a que la legislación está de su parte, han conseguido que la mayor parte de los ISP hayan aceptado establecer el modelo de los 3 avisos, por el que enviarán hasta 3 cartas a los adictos al bittorrent y similares antes de desconectarlos.

Pero Karoo ha ido más allá. Mucho más allá. El porqué ha decidido dar tal paso es aún un misterio. Cabrear a tus clientes es una medida poco inteligente, incluso en el supuesto de que no tengas competidores, como es el caso que nos ocupa.

Estaba cantado que en cuanto se dejase sin acceso a la Red a una sola persona se iba a montar una gorda, y así ha sido. Después que la semana pasada, un tal Jim Killock se convirtiera en el primer usuario desconectado por descargarse, supuestamente, Terminator Salvation, el caso llegó a los medios de comunicación.

La BBC se hizo eco de la noticia y, a partir de ese artículo cientos de sitios informaron a sus lectores de lo que estaba aconteciendo en Hull. Las críticas, ni que decir tiene, se han sucedido una tras otra hasta que los dirigentes de Karoo no han tenido más remedio que rectificar y emitir un comunicado en el que admiten que se han pasado tres pueblos y que, a partir de ahora, dejan sin efecto la medida que habían adoptado y la sustituyen por la de los 3 avisos.

De haber tenido 2 dedos de frente se habrían ahorrado el embolado que han montado. En sólo una semana han conseguido posicionar a su compañía como el ISP al que ninguna persona en el Reino Unido querría acudir. Tiene mérito. Los accionistas de Karoo seguro que están muy contentos…

ETIQUETAS: P2P