Joules, el robot ciclista

Cansado de tener que subir continuamente una colina con su bicicleta para ir a jugar con los amigos, un buen día un chaval de Bainbridge Island llamado Justin Morgan habló con su padre Carl, un ingeniero jubilado, y le preguntó si le podría construir algún artefacto que pedaleara por él y le hiciera más fácil la ascensión de las empinadas cuestas a las que debía hacer frente.

En condiciones normales, la ocurrencia del jovencito habría reposado eternamente en el baúl de los recuerdos, pero tener un progenitor aficionado a los inventos y con mucho tiempo libre tiene sus ventajas. Tan es así que Carl Morgan se puso inmediatamente manos a la obra y dedicó todo un año a la construcción de Joules, un robot equipado con un motor eléctrico capaz de pedalear e impulsar un tándem desde el asiento de atrás. El nombre lo escogió, ya lo habréis supuesto, por aquello de que su función es dotar de energía a la bicicleta.

Más allá de la falta de originalidad del nombre -o no, es cuestión de gustos-, lo cierto es que al parecer Joules cumple a las 1.000 maravillas su cometido. Una vez lo tuvo montado, Carl se enfrentó a las rampas que tanto fastidiaban a su hijo acompañado de su nueva creación y las subieron sin el menor problema. De hecho, el buen hombre afirma que, con la ayuda del androide, podría ir a una velocidad cercana a los 50 Km/h. Ni Alberto Contador, oiga usted sonrisa

Como veis en el vídeo, el aspecto de Joules no es especialmente refinado, pero no me negaréis que tiene su aquél. Pagaría por ver la cara que ponen los vecinos de los Morgan al ver pasear en una bici a un señor mayor con un robot a su espalda. ¿Cuánto? Bueno, desde luego no los 3.000 dólares que ha invertido este ingeniero retirado en su desarrollo sonrisa

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