Habemus iPhone 3G

El iPhone 3G ya está entre nosotros. Tal y como se esperaba, Steve Jobs lo ha mostrado al mundo hace sólo un ratito en la esperadísima keynote con la que ha inaugurado la Worldwide Developers Conference ’08. Y lo cierto es que, para qué engañarnos, la presentación no ha satisfecho las expectativas que se habían generado.

A diferencia de lo que sucedió el año pasado con el iPhone original, en esta ocasión nos hemos encontrado con un terminal que, aún mejorando las características de su predecesor, no innova, sorprende ni impacta a casi nadie.

Para empezar, conserva el mismo diseño. Mide 115,5 mm de largo, 62,1 mm de ancho y 12,3 mm de grosor, cifras todas ellas ligeramente superiores a las del iPhone 2G, aunque el aspecto general es prácticamente igual al de éste. Y no es que sea feo, ni mucho menos, pero se hubiera agradecido una cierta evolución, algún cambio respecto a lo visto hasta ahora.

Tal y como se sabía desde hacía meses, el nuevo iPhone es un móvil 3G que cuenta además con un GPS integrado. De entrada, Apple comercializará 2 modelos: uno de 8 GB que en Estados Unidos costará 199 dólares, y otro de 16 GB en color blanco que saldrá por 299 dólares. En ambos casos será necesario suscribirse a un contrato.

Por lo que hace referencia a la duración de la batería, cabe reseñar que ésta dispone de una autonomía de entre 8 y 10 horas en conversación 2G, 5 horas en llamadas 3G, 7 horas reproduciendo vídeo, 24 horas reproduciendo música y 300 horas en espera.

iPhone 3G

¿Y qué hay de la cámara? Pues que es la misma del iPhone original. En mi opinión, resulta inexplicable que Apple no haya dotado a este terminal de una óptica de mayor calidad. Si los 2 megapíxels ya se antojaban escasos para el modelo anterior, ahora mejor ni hablemos.

Bien es cierto que la compañía de la manzana ha tratado por todos los medios de poner en el mercado un móvil asequible, al que pudiera acceder cuanta más gente mejor, pero no acabo de comprender que para lograrlo haya optado por seguir con la misma cámara.

En otro orden de cosas, Jobs ha puesto especial énfasis en remarcar que las páginas webs cargan un 36% más rápido que en un Nokia N95 o en un Treo 750. Unos datos que están muy bien pero que, al menos en España, de poco sirven si tenemos en cuenta que el acceso a Internet desde un móvil es poco menos que un lujo dadas las disparatadas tarifas que imponen las telecos.

El móvil se pondrá a la venta el 11 de julio en 22 países, incluidos casi todos los europeos y buena parte de los latinoamericanos, y el precio por estos lares será de… a saber. Yo apostaría a que Telefónica lo venderá por unos 200 euros, aunque ya hay quien dice que podría ofrecerlo gratis a cambio de suscribirnos a un contrato (supongo que) leonino.

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