
Nunca dejará de sorprenderme la capacidad que tiene Japón de producir anuncios inclasificables, de esos que son imposibles de encontrar en ninguna otra parte del mundo y que al verlos piensas: «¿pero a qué mente enferma se le puede haber ocurrido esto?«.
Atención al que os traigo hoy. Es de una marca de queso y… es que no hay por dónde cogerlo