El jefe de la Epic Games Store reconoce que la tienda sigue perdiendo dinero

Esta semana ha comenzado el juicio que enfrenta a Epic Games y a Google. El motivo de la demanda se centra en las comisiones que esta última exige por los ingresos que generan las apps que se distribuyen a través de su tienda de aplicaciones.

Google, como también sucede con Apple, solicita una compensación del 30% por cualquier transacción que se lleva a cabo a través de apps que se consiguen en Google Play. A efectos prácticos, ello implica que el buscador se queda con casi un tercio del dinero que pagan los millones de jugadores de Fortnite cada vez que adquieren paVos.

Pues bien, una de las personas que ha comparecido durante la primera jornada de la vista ha sido Steve Allison, máximo responsable de la Epic Games Store. Durante su declaración, ha reconocido que la tienda todavía no es rentable y que su objetivo principal, por encima de cualquier otro, es el de hacer crecer su base de usuarios.

Un documento interno de Epic de octubre de 2019 que se ha filtrado a Internet ha desvelado que el objetivo de la compañía por aquel entonces era el de hacerse con el 50% del mercado en caso de que Steam no reaccionase a la aparición de la Epic Games Store, y del 35% en caso de que lo hiciera.

Cuatro años después, salta a la vista que sus planes han quedado en agua de borrajas. Steam sigue siendo, con una enorme diferencia, la tienda de videojuegos para PC más popular que existe y, mientras tanto, la Epic Games Store está teniendo enormes dificultades para conseguir nuevos usuarios.

Ni siquiera ofreciendo videojuegos gratuitos cada mes está consiguiendo que cambien las tornas. Y, por el camino, está perdiendo miles de millones, que por el momento Epic puede sufragar gracias precisamente a los beneficios masivos que genera Fortnite.

Habrá que ver hasta cuándo va a estar dispuesta a continuar invirtiendo en una apuesta que, año tras año, sigue sin dar los réditos esperados. Por el bien de la competencia, espero que la situación se revierta y que, aunque la Epic Games Store nunca llegue a los niveles de Steam, al menos sí que se convierta en un negocio provechoso.

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