Hay que ser muy, pero que muy fanático de un videojuego para coger un coche y tunearlo con los colores y los personajes que salen en el mismo. Pues bien, eso es lo que ha hecho un ser humano de Georgia al que el Pac-Man le marcó de niño con su Chevrolet Caprice de 1996. Las imágenes hablan por sí solas:
Tenéis más imágenes y a una mayor resolución en este set de Flickr.