Señoras y señores, les presento al Halicephalobus mephisto, el animal que vive a mayor profundidad de la Tierra del que se tenga constancia. El año pasado fueron encontrados ejemplares de esta especie en varias minas de oro de Sudáfrica a entre 0,9 y 3,6 kilómetros por debajo del nivel del mar. De ahí que su denominación haga referencia a Mefistófeles (en griego «el que no ama la luz»), un demonio del folclore alemán al que se considera subordinado de Satanás.
Se trata de un tipo de nematodo que mide entre 0,52 y 0,56 milímetros de longitud, puede vivir en ambientes acuáticos con muy poco oxígeno, es resistente a las altas temperaturas, se reproduce asexualmente y se alimenta de bacterias subterráneas. Los estudios de datación por radiocarbono realizados indican que llevan viviendo a tales profundidades desde hace entre 3.000 y 12.000 años.
El equipo de investigadores que halló al Halicephalobus mephisto ha sugerido que puede haber llegado hasta estos oscuros y recónditos emplazamientos filtrándose durante generaciones a través de la corteza terrestre gracias al agua de la lluvia. De ahí que su descubrimiento haya abierto nuevas expectativas de encontrar vida en condiciones extremas en las que hasta no hace tanto se creía que sólo las bacterías podrían sobrevivir.