Esta semana la compañía AeroVironment Inc ha completado con éxito los tests a los que ha sometido al Nano Hummingbird, un robot espía volador que posee el aspecto de un colibrí, es sólo ligeramente más grande y pesado que este minúsculo pájaro y puede alcanzar una velocidad de hasta 18 Km/h.
A pesar de su reducido tamaño, dispone de una pequeña cámara en su interior que permite a un operador controlar su vuelo con una considerable precisión, hasta el punto de que puede maniobrar y desplazarse con comodidad tanto en campo abierto como en el interior edificios, donde las estrecheces son obviamente mayores.
Es capaz de volar con un viento de contra de hasta 2 m/s e incluso de darse la vuelta y continuar en el aire boca abajo aparentemente sin mayores problemas.
A día de hoy, el Nano Hummingbird puede permanecer como mucho unos minutos en el aire antes de que sus baterías se agoten, por lo que una de las máximas prioridades de sus creadores es dotarlo de una mayor autonomía que haga viable su uso en misiones de reconocimiento.
Dinero para conseguirlo no les va a faltar, dado que DARPA, una agencia del Departamento de Defensa de Estados Unidos que se encarga del desarrollo de nuevas tecnologías destinadas a uso militar, lleva financiando este proyecto desde el 2006, hasta el momento ha aportado una cantidad cercana a los 4 millones de dólares y se ha comprometido a seguir sufragando los gastos durante varios años más.