Lo primero que he pensado cuando he visto el Dell Latitude XFR D630 ha sido, «guau, parece un ordenador de hace un montón de años». Su aspecto tosco, lo grueso que es y sus colores poco vistosos me han llevado en un primer momento a esa falsa conclusión, porque si algo hay que remarcar de este portátil es que es de última, de ultimísima generación.
No es, eso sí, un modelo para el común de los mortales. Ha sido diseñado para aguantar las condiciones más extremas, tanto a nivel de temperatura, altitud o incluso golpes, de ahí que los destinatarios principales sean el ejército y los exploradores y científicos que se encuentran en parajes inhóspitos.
Por cierto, que no os deje engañar su fisonomía, puesto que las prestaciones que presenta son más que destacables:
- Microprocesador Intel Core 2 Duo a 2 GHz
- 512 MB de RAM
- Disco duro de 80 GB y/o disco SSD de 32 a 64 GB a prueba de golpes
- Pantalla de 14,1 pulgadas con un brillo de hasta 500 Nits
- Tarjeta gráfica Intel GMA X3100
- Unidad de DVD
- Wi-Fi
- GPS
- Controlador termal de altas prestaciones para el procesador y la RAM
Este portátil es la respuesta de Dell al Panasonic CF-30, un modelo de similares características diseñado también para ser utilizado en circunstancias poco favorables. Según la compañía estadounidense el Latitude XFR D630 es capaz de funcionar durante 5 veces más de tiempo que su competidor, sus baterías se recargan 30 minutos más rápido, cuenta con una pantalla con una mejor iluminación y presenta una mayor resistencia a los golpes.
Debe ser cierto, porque sino no se explica su elevadísimo precio: nada más y nada menos que 3.899 dólares, una cantidad que lo sitúa fuera del alcance del común de los mortales.