El 4 de junio, y tras más de 50 años inactivo, el volcán Puyehue, situado en la cordillera de Los Andes, entre la Región de Los Ríos y la Región de Los Lagos (Chile), entró en erupción y obligó a las autoridades de la región a evacuar a unas 3.500 personas.
En apenas 72 horas, algunas ciudades de la Patagonia argentina acumularon hasta 40 centímetros de ceniza y, conforme han ido pasando los días, las consecuencias se han sentido en países tan alejados como Australia, donde la aerolínea Qantas se ha visto obligada a cancelar algunos vuelos a Tasmania y a Nueva Zelanda por las nubes de ceniza que los fuertes vientos han transportado más de 11.000 kilómetros.
Los ecosistemas locales se han visto gravemente afectados, millones de peces han muerto por el súbito aumento de la temperatura del agua de algunos ríos, la cría de ganado ovino y caprino también ha sufrido un impacto negativo e incluso hay lagos, como el Nahuel Huapi, cuyo aspecto ha cambiado por completo después de que una enorme capa de ceniza se haya depositado sobre su superficie: