Parece que nuestros sesudos representantes en el Parlamento Europeo andan a la busca y captura de nuevas fuentes de financiación que les permitan llevar adelante sus proyectos.
La última barrabasada que se les ha pasado por la cabeza es de traca, ya que pretenden imponer un impuesto especial sobre los correos electrónicos y los mensajes de texto que enviemos los ciudadanos europeos.
La propuesta, que ha salido del diputado francés Alain Lamassoure pero que cuenta con el beneplácito de la mayor parte de los eurodiputados, implicaría un gravamen de 1,5 céntimos de euro por SMS y 0,00001 céntimos de euro por mail enviado.
Digo yo que si lo que necesitan es dinero para sacar adelante sus pseudoideas, podrían comenzar por recortarse sus sueldos y dietas, dejar de viajar en primera clase, de utilizar coches oficiales e incluso -aunque esto último ya sé que es muy complicado- podrían comenzar a trabajar de vez en cuando para así desarrollar mejores propuestas.
Mala leche aparte, si algo tengo claro es que todavía son muchos los politicos que dan por hecho que los ciudadanos estamos para financiarles sus dislates.
Actualización 30-mayo: Uno de los colaboradores de Alain Lamassoure ha declarado que la propuesta de cobrar un impuesto por correo electrónico enviado se ha debido a un «error». En cambio, mantiene la intención de aplicar un gravamen sobre cada SMS enviado, aunque según su particularísima visión de la realidad, este sobreprecio lo pagarían las operadoras y no los usuarios finales. Ver para creer…
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