Lo que habría dado de pequeño, cuando iba al cole, por tener algo así en lugar de las típicas bolas del mundo de nuestra época:
La base de esta bola del mundo cuenta con sensores y un microprocesador que se encargan de calibrar el electroimán que hay incrustado en el globo y mantenerlo suspendido en el aire. Es así como se consigue el efecto «anti-gravedad».
En este vídeo podéis ver los resultados. Son espectaculares:
El precio de este gadget es de 79,99 dólares. Por desgracia sólo se envía a personas residentes en Estados Unidos y Canadá. Mala suerte