
Uno de los videojuegos que más revuelo causó de todos cuantos se desvelaron en el Xbox X019 que se celebró a finales de 2019 fue Everwild. Obra de Rare, se convirtió inmediatamente en una sensación mediática debido a su estilo gráfico preciosista, su sugerente banda sonora y su mensaje ambientalista.
Concebido como un título que iba a fusionar elementos de los géneros de aventuras y acción, muchos creyeron que estaba llamado a ser uno de los proyectos más importantes del futuro catálogo de Microsoft.
Las cosas, empero, acabaron siendo mucho más complicadas de lo que se imaginaba. Y es que, su diseño estuvo plagado de problemas que llevaron a que Rare optara por reiniciar su desarrollo en 2021 después de que Simon Woodroffe, el director creativo, abandonara la empresa.
Estos contratiempos se tradujeron en retrasos continuos en su fecha estimada de lanzamiento, que primero pasó de 2023 a un momento indeterminado de 2024 y, más adelante, cuando se constató que no estaría listo para entonces, se indicó que quizás lo haría en 2025.
Finalmente, no lo hará nunca. Microsoft ha optado por cortar por lo sano y, después de que ayer anunciara que va a despedir a más de 9.000 trabajadores, ha cancelado Everwild, como también ha hecho lo propio con Perfect Dark.
Medidas ambas drásticas, pero claramente encaminadas a reducir los costes de su división de videojuegos. La estrategia es clara: finiquitar aquellos proyectos que cuenten con presupuestos elevados y que estén sufrido retrasos importantes debido a problemas internos durante sus fases de desarrollo.