
La gente está perdiendo la paciencia con la versión para PC de Monster Hunter Wilds. Las reseñas que ha recibido por parte de quienes lo han jugado no han hecho sino empeorar desde su estreno cuatro meses atrás y nada hace indicar que la tendencia vaya a cambiar próximamente.
Las valoraciones recientes que se han publicado en Steam son tan bajas que han alcanzado el nivel de «extremadamente negativas», la peor calificación que un videojuego puede recibir en esta plataforma. Para que nos hagamos una idea de lo que ello implica, basta con señalar que, para lograrla, menos del 20% de las mismas pueden ser positivas.
El descontento generalizado se fundamenta en el rendimiento tan decepcionante que ofrece. La optimización es muy deficiente, hasta el punto de que es imprescindible un PC de gama alta para que se ejecute con fluidez.
Las quejas en las que se menciona que las texturas tardan en cargar y que algunos elementos y enemigos presentes en los escenarios no aparecen en pantalla hasta el último momento (pop-in) son también frecuentes. Por si eso fuera poco, son habituales las reseñas en las que se mencionan cuelgues frecuentes que afectan incluso a equipos con tarjetas gráficas Nvidia de última generación y con los drivers actualizados.
A estas alturas, no se sabe si Capcom tiene intención de abordar seriamente esta problemática. Tampoco el tiempo que habrá que esperar hasta que publique actualizaciones que mejoren de manera sustancial su rendimiento en PC.
A su favor juega el hecho de que Monster Hunter Wilds está siendo un éxito de ventas. Durante sus tres primeros días en el mercado se vendieron más de 8 millones de copias, un hito que lo convirtieron en el título de Capcom que más rápidamente ha llegado a tales resultados.
Es de esperar que lo haga, claro está, pero no está descartado que, vista los resultados comerciales que está cosechando, no considere prioritario invertir importantes sumas de dinero para conseguir que el juego se ejecute con más fluidez en PC. Veremos lo que sucede.