Científicos del Sandia National Laboratories han conseguido generar la temperatura más alta que nunca se había medido en la Tierra: 2 mil millones de grados kelvin. Esta marca supera con mucho los 15 millones de grados kelvin que se llegan a alcanzar en el interior de las estrellas.
En el centro norteamericano sostienen que su descubrimiento podría servir para diseñar centrales nucleares de fusión menores que las actuales pero que produjeran una mayor cantidad de energía.
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