El discurso que Nixon nunca pronunció

Unos días antes de que Neil Armstrong y Buzz Aldrin pisaran por vez primera la superficie de la Luna, el presidente Nixon encargó al periodista y escritor William Safire que le preparara un discurso que pronunciaría a la nación en caso de que se produjera un desastre y los astronautas no pudieran volver de regreso a la Tierra. El histórico documento, que afortunadamente no fue necesario utilizar, es éste:

Os lo traduzco libremente (si encontráis errores de bulto indicadlo en los comentarios, por favor):

EN CASO DE UNA CATÁSTROFE EN LA LUNA:

El destino ha querido que los hombres que fueron a explorar la Luna en paz permanezcan en ella para descansar en paz.

Estos hombres valientes, Neil Armstrong y Edwin Aldrin, saben que no hay esperanza de rescatarlos. Pero también saben que hay esperanza para la humanidad con su sacrificio.

Estos 2 hombres han dejado de lado sus vidas persiguiendo el objetivo más noble de la humanidad: la búsqueda de la verdad y el conocimiento.

Serán llorados por sus familias y amigos; serán llorados por su nación; serán llorados por las personas del mundo; serán llorados por la Madre Tierra que se atrevió a enviar a dos de sus hijos hacia lo desconocido.

En su exploración, hicieron que la gente del mundo se sintiera unida; con su sacrificio, unen más estrechamente la hermandad del hombre.

En la antigüedad, los hombres miraban a las estrellas y veían sus héroes en las constelaciones. En los tiempos modernos, hacemos lo mismo, pero nuestros héroes son hombres épicos de carne y hueso.

Otros les seguirán, y seguramente encontrarán su vuelta a casa. La búsqueda del hombre no será denegada. Pero estos hombres fueron los primeros, y permanecerán en primer lugar en nuestros corazones.

Porque cada ser humano que mire a la Luna en las noches que están por venir sabrá que hay un rincón, en otro mundo, que es siempre humanidad.

Bill Safire, que durante muchos años fue columnista en el New York Times y el New York Times Magazine, murió ayer a la edad de 79 años en Rockville (Maryland) víctima de un cáncer de páncreas. DEP.

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