Los ultraportátiles se convierten en una pesadilla para Microsoft

Los ultraportátiles -o netbooks– se están convirtiendo en un gran dolor de cabeza para Microsoft, que está viendo cómo la aparición de estos equipos ha comenzado a resquebrajar la supremacía absoluta que hasta la fecha ostentaban en el campo de los sistemas operativos.

Con unos precios que se sitúan normalmente por debajo de los 500 euros, el 30% de los netbooks vienen con una distribución de GNU/Linux instalada de serie. Ahí no acaban los problemas para la multinacional del software, puesto que el otro 70% que todavía utilizan Windows equipan casi exclusivamente una versión básica y ‘barata’ de XP en lugar del más caro Vista.

Una circunstancia en absoluto baladí, puesto que acaba repercutiendo en la cuenta de resultados de Microsoft, al obtener un menor ratio de beneficios por cada unidad vendida. Un año atrás, cuando la popularidad de estos portátiles era aún escasa, eso no hubiera inquietado lo más mínimo a la multinacional del software, pero ahora las cosas son distintas.

Y es que a pesar de la crisis económica global, o precisamente debido a ella, las previsiones indican que en los próximos años las ventas de los ultraportátiles van a crecer alrededor de un 60%, mientras que las de los portátiles convencionales lo harán a un ritmo muy inferior: en torno a un 18%. Para el 2010, se habla ya de 29 millones de unidades colocadas en todo el mundo. Unas cifras que, desde luego, merecen ser tenidas en cuenta.

Con todo ello, las ventas de licencias de Windows en el último trimestre han sido inferiores a las esperadas por los analistas y, por si eso fuera poco, de cara a los próximos meses Microsoft ha realizado una estimación a la baja respecto a las proyecciones que había realizado anteriormente. La culpa de estos resultados la han achacado a los netbooks.

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