El dinero y los videojuegos

Aún recuerdo cuando, unos años atrás, mi madre me insistía una y otra vez para que dejara la consola de lado y me pusiera a estudiar. Normalmente, y tras muchos esfuerzos por su parte, conseguía que apagara mi antigua Megadrive y abriera los libros. Con el tiempo acabé una carrera universitaria, por lo que siempre había pensado que de pequeño había hecho lo correcto… hasta ahora.

¿Por qué digo «hasta ahora»? Pues porque resulta que un tal Jonathan Wendel, un jugador profesional, se embolsa 1 millón de dólares al año dedicándose a lo que más le gusta. Sin ir más lejos, unos días atrás ganó 150.000 dólares (más de 20 millones de las antiguas pesetas) tras ganar una partida al videojuego Painkiller organizada por la CyberAthlete Professional League (CPL).

Para mi sorpresa, se está gestando una especie de liguilla a nivel mundial que incluye torneos en diversos continentes donde los participantes de mayor nivel cuentan incluso con patrocinadores. De hecho, el programa de la televisión norteamericana 60 minutos le va a dedicar un reportaje a Wendel y ya hay editoriales dispuestas a publicar un libro con sus aventuras. En definitiva, que además de rico se va a convertir en un rostro popular en Estados Unidos.

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