¿Qué pasa si te pillan en un cine grabando una película?

Pues que en función del país en el que te encuentres puedes tener que hacer frente a cargos muy duros. Eso es precisamente lo que le ha pasado a Richard Craig Lissaman, un chaval de 21 años al que pillaron el año pasado en un cine de Calgary mientras trataba de grabar la entonces recién estrenada ‘Sweeney Todd‘, película de Tim Burton protagonizada por su actor fetiche, Johnny Depp.

El viernes pasado se dio a conocer el auto de la jueza encargada del caso, Catherine Skene, quien ha condenado a Lissaman a un año de libertad vigilada, al pago de una multa de 1.495 dólares y además le ha prohibido la entrada a las salas de cine y la compra o posesión de cualquier tipo de dispositivo que permita la grabación de vídeos, incluidos los teléfonos móviles.

Skene ha justificado la pena argumentando que se trata de un caso muy grave, ya que no estamos ante alguien que haya entrado en una panadería a robar una barra de pan y un cartón de leche para alimentarse, sino de una persona que tenía previsto obtener una beneficio económico de su acción revendiendo la cinta que estaba grabando.

Esta sentencia ha sido posible después que el 1 de junio del 2007, a petición expresa de la industria cinematográfica, se modificara la legislación en materia de derechos de autor canadiense y se endureciera considerablemente. Tan es así que Virginia Jones, miembro (miembra según la ínclita Bibiana Aído) de la Canadian Motion Picture Distributors Association ha declarado que les hubiera gustado que Lissaman acabara en la cárcel, ya que de esta manera se hubiera enviado un mensaje inequívoco a la sociedad.

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