El primer milisegundo de una explosión nuclear

A principios del año 1952, Estados Unidos llevó a cabo en el condado de Nye una serie de pruebas nucleares a las que denominaron Operación Tumbler-Snapper que tuvieron como objeto probar nuevo armamento y obtener información precisa acerca de cuál era la altitud a la que se debía hacer explosionar una bomba atómica para que causara el mayor daño posible.

Gente observando el hongo atómico de una explosión nuclearEstos tests se realizaron en el Emplazamiento de Pruebas de Nevada, una reserva del Departamento de Energía de los Estados Unidos situada a sólo 105 Km de la ciudad de Las Vegas que ocupaba una extensión de 3.500 km² de desierto y terreno montañoso. Tal cercanía convirtió a las explosiones en una peligrosa atracción turística para sus habitantes, que durante años pudieron contemplar cómo los enormes hongos atómicos se elevaban sobre sus cabezas a sólo unos kilómetros de distancia.

De esa época ha quedado para la posteridad la fotografía que encabeza este artículo. Fue realizada con una cámara de alta velocidad Rapatronic menos de 1 milisegundo después de una de las detonaciones y permite apreciar una bola de fuego que en ese momento tiene ya unas dimensiones de aproximadamente 20 metros de diámetro.

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