¿Cuánto tardaremos en convivir con enjambres de robots en miniatura?

¿Os imagináis que un día acudís a la oficina por la mañana y os encontráis con cientos de robots diminutos, del tamaño de pequeñas hormigas, correteando por el suelo mientras lo van limpiando? Probablemente pensaríais que aún estáis soñando… o que tenéis visiones. No os faltaría razón, pero lo que hoy suena a ciencia ficción en un futuro no muy lejano es muy posible que se convierta en el pan nuestro de cada día.

Un grupo de investigadores alemanes, suecos, españoles, italianos y suizos han desarrollado y construido unos prototipos de robots miniaturizados, más pequeños que una uña, que pueden comunicarse entre ellos y tomar decisiones conjuntas.

En total, no miden más de 4 mm de altura, se alimentan con energía solar y disponen de 3 patas que vibran y les permiten moverse y de otra adicional que usan como sensor. El proyecto, llamado I-SWARM (Intelligent Small-World Autonomous Robots for Micro-manipulation), está inspirado en el comportamiento de los insectos.

Las unidades han sido construidas una a una de manera artesanal, pero el equipo de trabajo aspira a que se puedan fabricar en serie a no mucho tardar, un objetivo que de conseguirse permitiría reducir drásticamente los costes de ensamblaje, reduciría los fallos de montaje y mejoraría la calidad general del acabado.

¿Cuáles serían las disciplinas que se podrían ver beneficiadas por la aparición de robots inspirados en estos prototipos? Muchas y diversas. En campos como la medicina las aplicaciones serían casi infinitas. Pero también cabría la posibilidad de utilizarlos, como ya os he indicado en el primer párrafo, en enjambres que se encargaran de la limpieza de nuestras casas o en la fabricación de componentes diminutos. Eso por no hablar del uso militar obvio que todos podéis imaginar.

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